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El miedo y los riñones…Lenguaje emocional a través del cuerpo


El miedo forma parte del hombre desde siempre. Ha estado presente en todo su desarrollo sobre la tierra.
Y el miedo tiene algunas bases sobre las que se sustenta, todas importantes y a veces bastante difíciles de diferenciar unas de otras al sobreponerse en el actuar de las personas.
El miedo por ejemplo es anticipatorio, es decir nos anticipamos a los hechos y nos invade el miedo al futuro, a la incertidumbre del mañana.

El órgano del miedo en el hombre es el riñón, incluidas las suprarrenales.

Los riñones nos dan otros mensajes también, pero nos centraremos en uno de ellos, como dije, el miedo. En la medicina china el par de los riñones es la vejiga.

Como pueden darse cuenta los riñones y la vejiga tienen relación con los líquidos. El cuerpo humano está constituido en un 70 % de agua.

Los riñones tienen como misión eliminar los residuos del metabolismo, las sustancias extrañas ingeridas con los alimentos, por ejemplo, regular lo que dice relación con los líquidos, producir algunas hormonas, entre otras principales.

El agua es fundamental en la vida, sin ella cada célula sería como una pasa, de esas bien añejas, y los riñones regulan contenidos y presiones. Es un gran mundo el de los riñones, y se hacen cargo del gran mundo, aunque ficticio, de los miedos.

El mejor ejemplo de ello son las suprarrenales que segregan inmediatamente ante la sensación de miedo la adrenalina que nos hace ponernos en guardia, para pelear o correr. El agua es el equivalente a las emociones, entonces los riñones, en su función limpiadora nos liberan de las emociones negativas.

Los cálculos renales –litiasis- son la cristalización de los miedos más profundos del ser humano, aquellos inconscientes, o los que no se expresan.

Y cuando se descubren lo hacen de improviso, causando grandes dolores.

Es curioso que los cálculos renales sean preeminentemente masculinos y los biliares femeninos. Hay también una interpretación adicional para los cálculos y que dice relación con las emociones antiguas, que han producido una pena no llorada, no expresada, y que cuando no se puede contener más sale al exterior con el consiguiente dolor. Es que el síntoma nos hace sinceros, siempre.

 los problemas en la parte media de la espalda cerca de los riñones guardan relación con el miedo también. Uno de ellos es el lumbago. Este achaque he observado le da a la gente ante el inminente término de los trabajos. Cuando la persona siente que se va a terminar el trabajo súbitamente es atacado por el lumbago, que le impide moverse. El mensaje es evidente, el miedo lo paraliza.

La vejiga por su parte cumple la función de almacenar la orina antes de su evacuación por la uretra. Cumple la función análoga al colon que lo hace con los desechos materiales, pero de los líquidos. Los problemas en este órgano implican que no podemos evacuar entonces el contenido emocional que llevamos, y su mensaje preliminar es que tenemos miedo a abandonar las creencias antiguas, a cambiar de hábitos, formas de pensar, esquemas mentales o maneras de actuar.

El miedo tiene otra componente, y es la resistencia al cambio. El cambio es percibido siempre como una amenaza, y nos cuesta mucho a los seres humanos, más aún en un mundo que busca cada vez más la comodidad, aceptar que vivimos en continuo cambio y prepararnos para él. El cambio entonces se percibe internamente como una fuente de sufrimiento, y se le teme por ende. Tememos perder las posesiones económicas, las emocionales, las relaciones, el trabajo, la salud, y la vida.

Se trata literalmente de llevar la luz en profundidad, para aclarar e iluminar lo interno, para restituir la trasparencia al agua.
... en el fondo, el miedo de la oscuridad pasa encendiendo la luz.

Significado emocional: Problemas Menstruacion, dificultad en la entrega...



El flujo mensual es expresión de feminidad, fertilidad y receptividad. La mujer está sometida a este ritmo. Tiene que amoldarse a él y aceptar las limitaciones que le impone. Con el término de amoldarse tocamos un aspecto fundamental de la feminidad: la abnegación. Al decir feminidad nos referimos al principio general del polo femenino en el mundo, al que los chinos, por ejemplo, llaman «Yin», los alquimistas simbolizan con la Luna y la psicología profunda expresa con el símbolo del agua. Desde esta óptica, cada mujer no es sino manifestación del principio femenino arquetípico. El principio femenino puede definirse por su receptividad. Así en «I Ging» se lee: «Lo masculino rige lo creativo, lo femenino rige lo receptivo.» Y, en otro lugar: «En la receptividad está la mayor capacidad de entrega del mundo.»


La capacidad de entrega es la característica esencial de la mujer: es la base de todas las demás facultades, como la de apertura, absorción, acogida. La capacidad de entrega exige también la renuncia a la actuación activa. Examinemos los símbolos de la feminidad: la Luna y el agua. Ambos renuncian a irradiar y emitir como sus polos opuestos, el Sol y el fuego. Por ello, son capaces de absorber, acumular y reflejar la luz y el calor. El agua renuncia a la pretensión de poseer forma propia: adopta cualquier forma. Se amolda, en entrega.


La polaridad Sol y Luna, fuego y agua, masculino y femenino, no lleva implícita valoración alguna. Toda valoración sería absolutamente improcedente, ya que, por sí solo, cada polo está incompleto: para estar entero necesita del otro polo. Ahora bien, esta calidad de entero sólo se consigue cuando ambos polos representan plenamente su peculiaridad específica. En muchas reinvindicaciones emancipadoras se pasan por alto fácilmente estas leyes del arquetipo. Sería una tontería que el agua se quejara de no poder arder ni brillar y por ello se sintiera inferior. Precisamente por no poder arder puede recibir, capacidad a la que el fuego tiene que renunciar. Uno no es mejor ni es peor que el otro, sólo es diferente. De esta diferencia entre los polos surge la tensión llamada «vida». Nivelando los polos no se consigue eliminar oposiciones. La mujer que acepte y viva plenamente su feminidad nunca se sentirá «inferior».


La «no reconciliación» con la propia feminidad subyace en la mayoría de los trastornos menstruales y en muchos otros síntomas del campo sexual. La entrega, la adaptabilidad, siempre es difícil para el ser humano, exige renuncia a la propia voluntad, al yo, al predominio del ego. Uno tiene que sacrificar algo de su ego, una parte de sí, y esto es lo que la menstruación exige de la mujer. Porque, con la sangre, la mujer sacrifica una parte de su fuerza vital. La regla es un pequeño embarazo y un pequeño parto. Y, en la medida en que una mujer no esté conforme con esta «regla», se producirán trastornos y dolencias menstruales. Éstos indican que una parte de la mujer (por lo general, inconscientemente) se rebela ya sea a la regla, al sexo o al hombre, o a todo ello. Precisamente a esta rebelión, «yo no quiero», apela la propaganda de las compresas y tampones, prometiendo que, si empleas el producto, serás libre y podrás hacer todo lo que quieras durante el periodo. La publicidad explota hábilmente el conflicto básico de la mujer: ser mujer, sí, pero no aceptar lo que trae consigo la condición femenina.


A la que sufre dolores menstruales le duele ser mujer. Los problemas menstruales denotan problemas sexuales, pues la resistencia a la entrega que se manifiesta en el trastorno menstrual delata un agarrotamiento de la vida sexual. La que se relaja en el orgasmo se relaja también en la menstruación. El orgasmo es una pequeña muerte, lo mismo que el sueño. También la menstruación tiene algo de muerte: unos tejidos mueren y son expulsados. Pero morir no es sino la invitación a superar las limitaciones del yo y sus ansias de dominio y dejar que las cosas sigan su curso. La muerte sólo es una amenaza para el ego, nunca para el ser humano en sí. El que se aferra al ego experimenta la muerte como una lucha. El orgasmo también es una pequeña muerte, porque exige desprenderse del Yo. Y es que el orgasmo es la unión del Yo y el Tú, lo cual presupone la apertura de la frontera del Yo. Quien se aferra al Yo no experimenta el orgasmo (lo mismo ocurre cuando se quiere conciliar el sueño, como se verá más adelante). La afinidad entre muerte, orgasmo y menstruación debería estar clara: es la capacidad de entrega, el estar dispuesto a sacrificar una parte del ego.

No es de extrañar, pues, que, como ya hemos visto, las anoréxicas no menstrúen o padezcan trastornos menstruales: es el ansia de dominio reprimida lo que les impide aceptar la regla. Tienen miedo de su feminidad, miedo de la sexualidad, de la fertilidad y de la maternidad. Se ha comprobado que en situaciones de gran angustia e inseguridad, catástrofes, cárcel, campos de trabajo y campos de concentración suelen producirse faltas de la menstruación (amenorrea secundaria). Y es que, desde luego, tales situaciones, lejos de fomentar el tema de la «entrega», inducen a la mujer a adoptar actitudes masculinas de actividad y autoafirmación.

Hay otro aspecto de la menstruación que no debemos pasar por alto: el flujo menstrual es expresión de la facultad de tener hijos. La menstruación produce reacciones distintas, según la mujer desee tener un hijo o no. Si lo desea, le indica que «tampoco esta vez pudo ser». En este caso, el período provoca molestias y mal humor. La regla se acusa «con dolor». Pese a su deseo de tener hijos, estas mujeres suelen utilizar métodos anticonceptivos, aunque poco fiables: es el compromiso entre la inconsciente ansia de maternidad y el afán de procurarse una coartada. Si la mujer teme quedar embarazada, espera la regla con ansiedad, lo cual es el medio más seguro para producir un retraso. El flujo suele ser entonces abundante y prolongado, circunstancia que también puede utilizarse para rehuir el sexo. Básicamente, la regla, como cualquier síntoma, puede esgrimirse como instrumento ya sea para eludir el acto sexual, ya para reclamar atenciones y mimos.

La menstruación es determinada físicamente por la interrelación de la hormona femenina estrógeno y la hormona masculina gestágeno. Esta interrelación corresponde a una «sexualidad a escala hormonal». Si esta «sexualidad hormonal» se perturba, se trastorna también la regla. Esta clase de anomalías difícilmente se subsana con la administración de hormonas medicamentosas, ya que las hormonas son exclusivamente representantes materiales de las partes del alma masculina y femenina. La curación sólo puede hallarse en la reconciliación con la propia condición sexual, ya que éste es requisito indispensable para poder realizar en sí el polo del sexo opuesto.


QUE PENSAS VOS? TE IDENTIFICAS EN ALGO? COMPARTILO PARA PODER APRENDER TODOS JUNTOS!.... GRACIAS!!!


FUENTE: LA ENFERMEDAD COMO CAMINO!




Rinitis, alergia Lenguaje Emocional

Los procesos alérgicos son reacciones de carácter defensivo que un organismo utiliza para combatir la invasión de “algo” que considera perjudicial, peligroso y agresivo. Algo semejante ocurre en el pensamiento de una persona que padece alergia. El ego se siente vulnerable, padece un sentimiento inconsciente de inseguridad frente a lo que le rodea. Cosas que deberían resultarle familiar como el polen, los animales, las plantas, el polvo doméstico, etc. los percibe como enemigos e intenta protegerse. Toda acción defensiva conlleva miedo. Por lo tanto detrás de cualquier reacción alérgica se halla escondida una gran dosis de miedo. Tal vez puede tratarse de un miedo a tener que participar plenamente en la vida, una pérdida de confianza por carecer de puntos de referencia.


Cuando un individuo se considera amenazado por un enemigo externo, su respuesta casi segura, será la agresión física; pero si en este individuo la agresividad está reprimida, no la reconoce y no puede asumirla, ésta deberá manifestarse en su cuerpo en forma de alergia. Este síntoma es una actitud defensiva, una reacción frente a una agresión, para expulsar al agresor lejos de su entorno.

Pero, ¿quién es nuestro enemigo? ¿Dónde se encuentra?


Casi todo el mundo sabe que ésta enfermedad es de origen psíquico, sólo necesita la mediación de la mente para poderse manifestar. Está comprobado que el alérgico sólo con ver una imagen del alergógeno, bien sea en fotografía, en televisión, etc- sin su presencia física- puede sufrir una reacción alérgica.

Como también está demostrado que una persona bajo los efectos de la anestesia no puede sufrir reacciones, porque no está consciente. La alergia procede de la conciencia, el agente causal físico sólo juega un papel subordinado, es símbolo de lo que nos molesta en la mente.

Aunque los alérgicos utilizan a las cosas –polvo, polen, animales, etc – como causas de su enfermedad, éstas no son más que puros símbolos materiales de unos enemigos que se encuentran en el subconsciente del individuo.

Considerar a “algo” o a “alguien” como nuestro enemigo es responsabilidad exclusiva de cada cual, y para la elección nos basamos en nuestro propio sistema de valores, formados en una mente bipolar que cree en el Yo y en el Tú: es decir, que cree en la separación.

Las alergias que aparecen en la infancia pueden ser transmitidas de padres (alérgicos) a hijos por una predisposición karmática de estos.

Cuando las alergias se manifiestan, en la edad adulta, de modo inesperado, suelen coincidir con cambios efectuados en la vida de esa persona (un nuevo trabajo, un cambio de domicilio, etc.), que aunque se trate de una decisión aceptada y acertada del propio individuo, dicho cambio siempre pondrá de manifiesto, su sentimiento de inseguridad por falta de puntos de referencia.

Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:

Siempre que atacamos (consciente o inconscientemente) estamos rechazando algo. Cada rechazo físico es el eco de un rechazo psíquico. Puesto que lo que percibimos en el exterior es creación nuestra que se manifiesta por medio de la proyección, si combatimos el acontecimiento nos combatimos a nosotros mismos.

Vamos en contra de la Unidad y de la Vida.

En lugar de creer que nuestra alergia procede de algún factor externo como el polen, el polvo, los pelos de los animales, el humo del tabaco, etc.; debemos de reflexionar profundamente sobre qué representan esas cosas para nosotros.

¿Qué aspecto de la vida necesito afrontar e incorporar a mi alma, amor, sexualidad, agresividad, libertad, egoísmo?

Desarrollando la virtud que corresponda, el miedo habrá desaparecido sin darnos cuenta.

Preguntas para reflexionar:

¿A qué o a quien “le tenemos alergia”?

¿Ante qué reaccionamos con tanta virulencia?

¿Qué es lo que no deseamos afrontar?



Extraido libro CONOCERNOS ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?

SIGNIFICADO EMOCIONAL LORDOSIS


LORDOSIS

Bloqueo físico: Es una curvatura de la columna vertebral que forma un hueco en la espalda,
en la región lumbar.

Bloqueo emocional: Al observar la postura de una persona que sufre de lordosis, se puede
constatar que empuja la cadera hacia adelante y la parte alta de la espalda hacia atrás. Da la
impresión de echar hacia atrás la parte superior del cuerpo, lo que indica que tiene dificultad para
recibir. Quiere hacerlo todo por ella misma y tiene dificultad para dejarse apoyar. Es una persona
que, en la infancia, debió sentirse empujada.

Bloqueo mental: En lugar de creer que no puedes dejarte ayudar porque deberás pagar con
la misma moneda o porque no lo mereces, deberías aprender a recibir con agradecimiento y
sintiendo el placer que los demás experimentan al hacerlo. Esta nueva actitud te ayudará a ir más
lejos, a afirmarte más y a mantenerte derecho en la vida.

Que te dice tu dolor de cuello?


Bloqueo físico: El dolor de cuello se manifiesta cuando la persona mueve la cabeza en cierta dirección.

Bloqueo emocional: Como el cuello es una de las partes flexibles del cuerpo, todo problema

en él denota inflexibilidad en la persona que lo padece. Esta persona no quiere hacer frente a una

situación porque no la puede controlar como quisiera. Tiene miedo de ver o de escuchar lo que

pasa a su espalda, del mismo modo en que la rigidez en su cuello le impide girar la cabeza hacia

atrás. Hace como que la situación no le molesta, pero en realidad siente muchas emociones.

Bloqueo mental: La presencia de este padecimiento te indica que la razón por la cual no

quieres hacer frente a la situación no es buena para ti. Esta actitud mental te lleva a ponerte rígido

y no te ayuda a encontrar una solución. Si tienes miedo de lo que pueda pasar a tus espaldas, date

cuenta de que este temor es producto de tu imaginación y no de la realidad. Te sugiero que hables

con la persona o personas involucradas y las expreses al mismo tiempo lo que crees y lo que

temes.

Para más datos, observa si la rigidez de tu cuello te impide mover la cabeza para decir sí o

no. Si te es difícil moverla para decir sí, la razón por la cual te impides decírselo a alguien o a una

situación dada no es válida. Descubre el temor que te impide decir sí. Te sugiero que después

verifiques con la persona relacionada si tu temor está justificado realmente. En resumen, si el dolor

te impide decir sí, tu cuerpo te dice que lo mejor para ti es decir sí. Te dice que tu terquedad, tu

inflexibilidad, te perjudica mucho más de lo que te ayuda en la situación que vives. Si lo que se te

dificulta es decir no, sigue el mismo procedimiento.

Bloqueo espiritual: Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una

necesidad importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas

PARA PRECISAR MEJOR LA CAUSA DE TU PROBLEMA FÍSICO,



HAZTE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:



BLOQUEO FÍSICO:

"¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?". Tu respuesta

representará lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado el mal.

BLOQUEO EMOCIONAL:

"¿Qué me impide realizar esta enfermedad?". Tus respuestas a esta pregunta representan

al deseo o los deseos bloqueados.

"¿A qué me obliga esta enfermedad?". Retoma esta respuesta (o respuestas) y agrega la

palabra "no" al principio de cada uno de ellas. Estas frases representan tus deseos bloqueados.

BLOQUEO ESPIRITUAL:

"Si me permitiera estos deseos, ¿qué sería?" (Utiliza los deseos encontrados en la etapa

anterior). La respuesta a esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser, bloqueada

por alguna carencia.

BLOQUEO MENTAL:

Si en mi vida me permitiera ser... (Repite la respuesta de la pregunta anterior), ¿qué

podría sucederme de desagradable o de no aceptable?". La respuesta a esta pregunta corresponde

a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu necesidad, creando así el

problema físico.


Cuando conoces la creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que

quieres, lo primero que debes hacer para transformarte es permitirte haber tenido la necesidad de

creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y que la creyó después de haber

experimentado un sufrimiento. Después, pregúntate si todavía la necesitas realmente para ser

feliz. Si la respuesta es afirmativa, ello es señal de que todavía te es útil. Tú eres quien gobierna tu

vida, de modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que, al actuar así, obtendrás

los mismos resultados que han obtenido hasta ahora. No esperes ningún cambio.

Si estás convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el hecho de creerla no


te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan convencido de su veracidad como hace algunos


años. Es muy probable que ahora lo creas mucho menos. Por lo tanto, estás en vías de sanar.


Cuando en lo más profundo de ti sabes que no quieres seguir creyendo la misma cosa, no te queda


más que realizar las acciones necesarias para manifestar tus deseos a fin de permitirte ser lo que


quieres ser.
LIBRO: OBEDECE A TU CUERPO, ¡ÁMATE!



(Lisa Bourbeau)

Significado emocional: Problemas Menstruacion, dificultad en la entrega...


El flujo mensual es expresión de feminidad, fertilidad y receptividad. La mujer está sometida a este ritmo. Tiene que amoldarse a él y aceptar las limitaciones que le impone. Con el término de amoldarse tocamos un aspecto fundamental de la feminidad: la abnegación. Al decir feminidad nos referimos al principio general del polo femenino en el mundo, al que los chinos, por ejemplo, llaman «Yin», los alquimistas simbolizan con la Luna y la psicología profunda expresa con el símbolo del agua. Desde esta óptica, cada mujer no es sino manifestación del principio femenino arquetípico. El principio femenino puede definirse por su receptividad. Así en «I Ging» se lee: «Lo masculino rige lo creativo, lo femenino rige lo receptivo.» Y, en otro lugar: «En la receptividad está la mayor capacidad de entrega del mundo.»






La capacidad de entrega es la característica esencial de la mujer: es la base de todas las demás facultades, como la de apertura, absorción, acogida. La capacidad de entrega exige también la renuncia a la actuación activa. Examinemos los símbolos de la feminidad: la Luna y el agua. Ambos renuncian a irradiar y emitir como sus polos opuestos, el Sol y el fuego. Por ello, son capaces de absorber, acumular y reflejar la luz y el calor. El agua renuncia a la pretensión de poseer forma propia: adopta cualquier forma. Se amolda, en entrega.




La polaridad Sol y Luna, fuego y agua, masculino y femenino, no lleva implícita valoración alguna. Toda valoración sería absolutamente improcedente, ya que, por sí solo, cada polo está incompleto: para estar entero necesita del otro polo. Ahora bien, esta calidad de entero sólo se consigue cuando ambos polos representan plenamente su peculiaridad específica. En muchas reinvindicaciones emancipadoras se pasan por alto fácilmente estas leyes del arquetipo. Sería una tontería que el agua se quejara de no poder arder ni brillar y por ello se sintiera inferior. Precisamente por no poder arder puede recibir, capacidad a la que el fuego tiene que renunciar. Uno no es mejor ni es peor que el otro, sólo es diferente. De esta diferencia entre los polos surge la tensión llamada «vida». Nivelando los polos no se consigue eliminar oposiciones. La mujer que acepte y viva plenamente su feminidad nunca se sentirá «inferior».


La «no reconciliación» con la propia feminidad subyace en la mayoría de los trastornos menstruales y en muchos otros síntomas del campo sexual. La entrega, la adaptabilidad, siempre es difícil para el ser humano, exige renuncia a la propia voluntad, al yo, al predominio del ego. Uno tiene que sacrificar algo de su ego, una parte de sí, y esto es lo que la menstruación exige de la mujer. Porque, con la sangre, la mujer sacrifica una parte de su fuerza vital. La regla es un pequeño embarazo y un pequeño parto. Y, en la medida en que una mujer no esté conforme con esta «regla», se producirán trastornos y dolencias menstruales. Éstos indican que una parte de la mujer (por lo general, inconscientemente) se rebela ya sea a la regla, al sexo o al hombre, o a todo ello. Precisamente a esta rebelión, «yo no quiero», apela la propaganda de las compresas y tampones, prometiendo que, si empleas el producto, serás libre y podrás hacer todo lo que quieras durante el periodo. La publicidad explota hábilmente el conflicto básico de la mujer: ser mujer, sí, pero no aceptar lo que trae consigo la condición femenina.






A la que sufre dolores menstruales le duele ser mujer. Los problemas menstruales denotan problemas sexuales, pues la resistencia a la entrega que se manifiesta en el trastorno menstrual delata un agarrotamiento de la vida sexual. La que se relaja en el orgasmo se relaja también en la menstruación. El orgasmo es una pequeña muerte, lo mismo que el sueño. También la menstruación tiene algo de muerte: unos tejidos mueren y son expulsados. Pero morir no es sino la invitación a superar las limitaciones del yo y sus ansias de dominio y dejar que las cosas sigan su curso. La muerte sólo es una amenaza para el ego, nunca para el ser humano en sí. El que se aferra al ego experimenta la muerte como una lucha. El orgasmo también es una pequeña muerte, porque exige desprenderse del Yo. Y es que el orgasmo es la unión del Yo y el Tú, lo cual presupone la apertura de la frontera del Yo. Quien se aferra al Yo no experimenta el orgasmo (lo mismo ocurre cuando se quiere conciliar el sueño, como se verá más adelante). La afinidad entre muerte, orgasmo y menstruación debería estar clara: es la capacidad de entrega, el estar dispuesto a sacrificar una parte del ego.


No es de extrañar, pues, que, como ya hemos visto, las anoréxicas no menstrúen o padezcan trastornos menstruales: es el ansia de dominio reprimida lo que les impide aceptar la regla. Tienen miedo de su feminidad, miedo de la sexualidad, de la fertilidad y de la maternidad. Se ha comprobado que en situaciones de gran angustia e inseguridad, catástrofes, cárcel, campos de trabajo y campos de concentración suelen producirse faltas de la menstruación (amenorrea secundaria). Y es que, desde luego, tales situaciones, lejos de fomentar el tema de la «entrega», inducen a la mujer a adoptar actitudes masculinas de actividad y autoafirmación.


Hay otro aspecto de la menstruación que no debemos pasar por alto: el flujo menstrual es expresión de la facultad de tener hijos. La menstruación produce reacciones distintas, según la mujer desee tener un hijo o no. Si lo desea, le indica que «tampoco esta vez pudo ser». En este caso, el período provoca molestias y mal humor. La regla se acusa «con dolor». Pese a su deseo de tener hijos, estas mujeres suelen utilizar métodos anticonceptivos, aunque poco fiables: es el compromiso entre la inconsciente ansia de maternidad y el afán de procurarse una coartada. Si la mujer teme quedar embarazada, espera la regla con ansiedad, lo cual es el medio más seguro para producir un retraso. El flujo suele ser entonces abundante y prolongado, circunstancia que también puede utilizarse para rehuir el sexo. Básicamente, la regla, como cualquier síntoma, puede esgrimirse como instrumento ya sea para eludir el acto sexual, ya para reclamar atenciones y mimos.


La menstruación es determinada físicamente por la interrelación de la hormona femenina estrógeno y la hormona masculina gestágeno. Esta interrelación corresponde a una «sexualidad a escala hormonal». Si esta «sexualidad hormonal» se perturba, se trastorna también la regla. Esta clase de anomalías difícilmente se subsana con la administración de hormonas medicamentosas, ya que las hormonas son exclusivamente representantes materiales de las partes del alma masculina y femenina. La curación sólo puede hallarse en la reconciliación con la propia condición sexual, ya que éste es requisito indispensable para poder realizar en sí el polo del sexo opuesto.




QUE PENSAS VOS? TE IDENTIFICAS EN ALGO? COMPARTILO PARA PODER APRENDER TODOS JUNTOS!.... GRACIAS!!!




FUENTE: LA ENFERMEDAD COMO CAMINO!

Resfrio y gripe: Significado emocional!



Examinemos los síntomas del resfriado, el cual afecta principalmente a las vías respiratorias. La gripe, al igual que el resfriado, es un proceso inflamatorio agudo, o sea, expresión de la manipulación de un conflicto. Para hacer nuestra interpretación, no queda sino examinar los lugares y las zonas en los que se manifiesta el proceso inflamatorio. Un resfriado siempre se produce en situaciones críticas, cuando uno está hasta las narices o se le hinchan las narices. Tal vez haya quien considere exagerada la expresión de «situación crítica». Naturalmente, no nos referimos a crisis indecisas, las cuales se manifiestan con símbolos de una importancia proporcionada. Al decir «situaciones críticas» nos referimos a aquellas que, no siendo dramáticas, son frecuentes e importantes para la mente, que nos producen sensación de agobio y nos inducen a buscar un motivo legítimo para distanciarnos un poco de una situación que nos exige demasiado. Dado que momentáneamente no estamos dispuestos a reconocer ni la carga que suponen estas «pequeñas» crisis cotidianas ni nuestros deseos de evasión, se produce la somatización: nuestro cuerpo manifiesta ostensiblemente nuestra sensación de estar hasta las narices permitiéndonos alcanzar nuestro inconfesado objetivo, y con la ventaja de que todo el mundo se muestra muy comprensivo, algo impensable si hubiéramos dirimido el conflicto conscientemente. Nuestro resfriado nos permite apartarnos de la situación molesta y pensar un poco más en nosotros mismos. Ahora podemos ejercitar la sensibilidad corporal.
Nos duele la cabeza (en estas circunstancias, no se puede pedir a una persona que se meta a resolver problemas), nos lloran los ojos, estamos congestionados, molidos. Esta sensibilización generalizada puede exacerbarse hasta hacer que nos duela «la punta del pelo». Nadie puede acercársenos, nada ni nadie puede rozarnos siquiera. La nariz está tapada y hace imposible toda comunicación (la respiración es contacto, no se olvide). Con la amenaza: «No te acerques, que estoy resfriado», se saca uno a la gente de delante. Esta actitud defensiva puede reforzarse con estornudos, los cuales convierten la espiración en potente arma defensiva. Incluso la palabra queda disminuida como medio de comunicación, por la irritación de la garganta. Desde luego, no permite enfrascarse en discusiones. La tos de perro denota claramente, por su tono áspero, que el placer de la comunicación se reduce, en el mejor de los casos, a toserle a alguno.
Con tanta actividad defensiva, no es de extrañar que también las amígdalas, que figuran entre las defensas más importantes, echen el resto. Y se inflaman de tal modo que uno casi no puede tragar, estado que debe inducir al paciente a preguntarse qué es en realidad lo que se le ha atragantado. Porque tragar es un acto de admisión, de aceptación. Y esto es precisamente lo que ahora no queremos hacer. Este detalle nos revela la táctica del resfriado en todos los aspectos. El dolor de las extremidades y la sensación de abatimiento de la gripe dificultan los movimientos y, concretamente, el de los hombros puede llegar a transmitir la presión del peso de los problemas que gravita sobre ellos y que uno se resiste a seguir soportando.
Nosotros tratamos de expulsar una porción de estos problemas en forma de mucosidad, y cuanta más expulsamos más alivio sentimos. La abundante mucosidad que al principio todo lo obstruía y que congestionó las vías de comunicación debe diluirse a fin de que algo empiece a moverse y a fluir. Por lo tanto, cada resfriado hace que algo vuelva a moverse y marca un pequeño avance en nuestra evolución. La medicina naturista, muy acertadamente, ve en el resfriado un saludable proceso de limpieza por medio del cual se eliminan toxinas del cuerpo; en el plano psíquico, las toxinas representan problemas que también se resuelven y eliminan. Cuerpo y alma salen de la crisis fortalecidos, para esperar la próxima vez que estemos hasta las narices.



En las enfermedades respiratorias, procede hacerse las siguientes preguntas:1. ¿ Qué me impide respirar?
2. ¿Qué es lo que no quiero admitir?
3. ¿Qué es lo que no quiero expulsar?
4. ¿Con qué no quiero entrar en contacto?
5. ¿Tengo miedo de dar un paso en una nueva libertad?
Fuente: La enfermedad como camino

Significado emocional: Alergias y Rinitis pimavera


“Nosotros no peleamos contra la enfermedad y sus síntomas sino que tratamos de utilizarlos como eje de la curación. La enfermedad es la gran oportunidad del ser humano, su mayor bien. La enfermedad es la maestra de cada cual, que guía en el camino de la curación. (“La enfermedad como camino” Thorwald Dethlefsen, Rüdiger Dahlke)


Alergias y rinitis de primavera:


…La nariz es a su vez el lugar donde terminan los conductos lacrimales, es decir aquellos que provienen de los ojos y que drenan en la nariz las lágrimas… Parecería que hubiera más producción de moco nasal durante el llanto, pero en realidad no son más que lágrimas lo que Ud. deja en el pañuelo… Los resfríos tienen características que a veces los hacen indistinguibles con un llanto intenso. Entonces, ¿por qué no preguntarse si éste no será un “llanto contenido” que se libera de esta manera? (“Del Cuerpo al Espíritu” Dr. Rogelio D’Ovidio)- Nariz: Representa el reconocimiento de uno mismo. Goteo continuo: Necesidad de ayuda. Llanto interior. (“Sana tu cuerpo” Louise L. Hay)-Los síntomas del resfrío recuerdan al llanto… ¿Hay algo que verdaderamente nos induce a llorar, pero no queremos admitirlo? (“Cuerpo Mente” Debbie Shapiro)

La Somatología dice que “la enfermedad nos vuelve sinceros”… entonces al parecer mi cuerpo estaba “llorando” como podía, ¿me estaría rogando que dejara salir una emoción atrapada?Entonces apenas pude me tomé un ratito a solas y en calma, para buscar en mí las respuestas: ¿hay algo que me tiene triste y no quiero aceptarlo? ¿hay algo que me esté perturbando que debo dejar salir? ¿hay algo por lo que quiera llorar?


.......-Alergias: Congestión emocional. Miedo al calendario. Sensación de ser perseguido. Culpa. (“Sana tu cuerpo” Louise L. Hay)- La alergia es expresión de una actitud defensiva y agresiva que ha sido reprimida y obligada a pasar al cuerpo… se declara la guerra a las cosas más inofensivas: el polen de las flores, el pelo de los gatos, el polvo, etc . … generalmente, da preferencia a ciertos elementos cargados de simbolismo… los alérgenos son los temas que atemorizan al alérgico, de tal modo que tiene que combatirlos encarnecidamente en el símbolo …El polen es símbolo de fertilidad y procreación, y la «grávida» primavera es la estación en la que los enfermos de fiebre del heno más «padecen»… esto indica que los temas de «amor», «sexualidad», «libido» y «fertilidad» suscitan ansiedad y, por lo tanto, son activamente rechazados. (“La enfermedad como camino” Thorwald Dethlefsen, Rüdiger Dahlke) -Alergias: respuestas del sistema emocional, liberación de emociones reprimidas mediante la reacción. Tienden a indicar un nivel profundo de temor, tal vez un miedo a tener que participar plenamente en la vida … (“Cuerpo Mente” Debbie Shapiro)

Causa emocional: ARTRITIS


El cuerpo refleja lo que siente y piensa.

Tejido Oseo: Estructuras

Y la artritis refleja un estado prolongado de tensiòn debido a que no se confìa y se quiere controlar "todo" y a "todos". Cuando uno esta tenso y no confia, o se cree que sòlo hay una forma de pensar o ver las cosas (còmo las dice uno) el mensaje que se pasa al cuerpo es de estar siempre en cosntante alerta, cuidando al otro de que no se equivoque, cuidando de decirle como deben de hacerse las cosas.


El remedio :

Confiar màs en la vida y las personas, saber que cada quien està viviendo su momento muy particular en la vida y aprender a "soltar" lo que no nos corresponde. Dejar ser, dejar que los otros "se muevan" a como les place y, si solicitan acaso nuestro consejo, dàrselos, pero no sin su solicitud. Cuando dejemos que la vida y las personas se muevan bajo su flujo natural y aprendan lo que tiene que aprender sin que metamos nuetsra cuchara, cuando nos concentremos en nuestro "movimiento placentero" es decir, en las cosas que realmente disfrutamos y amamos hacer, entonces nos relajaremos, y nuestras articulaciones tambièn lo haran; y podremos movernos sin dolor.

Digestion ( El cuerpo habla )

Por medio de la digestión, procesamos elementos materiales de este mundo. La digestión abarca, pues:
1. Captación del mundo exterior en forma de elementos materiales.
2. Diferenciación entre lo asimilable y lo no asimilable.
3. Asimilación de las sustancias asimilables.
4. Expulsión de lo no digerible.

El hambre se mueve por el afán de posesión, deseo de absorción, por una cierta codicia. Comer es satisfacer el deseo por medio de la ingestión, integración y asimilación.
El que tiene hambre de cariño y no puede saciarla, manifiesta este afán en el aspecto corporal en forma de hambre de golosinas. El hambre de golosinas siempre expresa un hambre de cariño no saciada. Queda patente el doble significado que se atribuye a lo dulce: cuando de una chica guapa decimos que es un bombón y que está para comérsela. El amor y lo dulce tienen una estrecha relación.

  • El deseo de golosinas en los niños es claro indicio de que no se sienten lo bastante amados. Los padres suelen protestar de semejante imputación diciendo que ellos «harían cualquier cosa por su hijo». Pero «hacer cualquier cosa» no es forzosamente lo mismo que «amar». El que come caramelos anhela amor y seguridad. Es más fiable esta regla que la valoración de la propia capacidad de amar. También hay padres que atiborran de golosinas a sus hijos, con lo que indican que no están dispuestos a ofrecer amor a sus hijos, por lo que tratan de compensarles de otro modo.
  • Las personas que realizan un trabajo intelectual y tienen que pensar mucho muestran preferencia por los alimentos salados y los platos fuertes. Los muy conservadores tienen predilección por los alimentos en conserva, especialmente los ahumados y el té cargado que beben sin azúcar (en general, alimentos ricos en ácido tánico).
  • Los que gustan de comidas picantes denotan deseo de nuevas emociones. Son personas amantes de los desafíos, a pesar de que pueden ser indigestos, diametralmente opuestas a las que sólo comen cosas suaves: nada de sal ni especias. Estas personas rehuyen todo lo que sea novedad. Se desentienden de los retos y temen todo enfrentamiento. Este temor puede acentuarse hasta hacerles adoptar un régimen a base de papillas, como el del enfermo del estómago, acerca de cuya personalidad hablaremos más extensamente muy pronto.
  • Las papillas son comidas de bebé, lo que indica claramente que el enfermo del estómago ha experimentado una regresión hasta la indiferenciación de la infancia, en la que no se puede elegir ni cortar y hay que renunciar hasta a morder y masticar (actividades estas en exceso agresivas) la comida. Este individuo evita tragar alimentos sólidos.
  • Un temor exagerado a las espinas simboliza el miedo a las agresiones. La preocupación por los huesos, miedo a los problemas —no se quiere llegar al meollo de la cuestión—.
  • Pero también existe el grupo contrario: los macrobióticos. Estas personas van en busca de problemas a los que hincar el diente. Quieren desentrañar las cosas y prefieren los alimentos duros. Llegan hasta evitar los aspectos placenteros: a la hora del postre, eligen algo duro de roer. Los macrobióticos denotan así cierto miedo al amor y la ternura y su incapacidad para aceptar el amor.
  • Algunas personas llevan a tal extremo su afán de huir de los conflictos que acaban teniendo que ser alimentadas por vía intravenosa en una unidad de cuidados intensivos. Ésta es sin duda la forma más segura de vegetar sin tener que molestarse. Algunas personas llevan a tal extremo su afán de huir de los conflictos que acaban teniendo que ser alimentadas por vía intravenosa en una unidad de cuidados intensivos. Ésta es sin duda la forma más segura de vegetar sin tener que molestarse.
  • Los dientes
    Los alimentos entran por la boca y en ella son triturados por los dientes. Con los dientes mordemos y masticamos. Morder es un acto muy agresivo, expresión de la capacidad de agarrar, sujetar y atacar. El perro enseña los dientes para demostrar su peligrosa agresividad; también nosotros decimos que vamos a «enseñar los dientes» a alguien cuando estamos decididos a defendernos. Una mala dentadura es indicio de que una persona tiene dificultad para manifestar su agresividad.
  • Hay personas que hacen rechinar los dientes mientras duermen, algunas con tanta fuerza que hay que ponerles un aparato en la boca para que no se los desgasten de tanto rechinar. El simbolismo está claro. El rechinar de dientes es sinónimo reconocido de agresividad impotente. El que durante el día no puede ceder al deseo de morder, tiene que rechinar los dientes por la noche hasta desgastarlos
  • Las encías son la base de los dientes, su lecho. Las encías representan también la base de la vitalidad y agresividad, confianza y seguridad en sí mismo. Pero las encías sensibles que sangran con facilidad no sirven para ello. La sangre es símbolo de vida, y la encía sangrante nos indica cómo, a la menor contrariedad, se le va la vida a la confianza y a la seguridad en sí mismo.
  • Tragar
    Una vez triturados los alimentos con los dientes, los ensalivamos y los tragamos. Con el acto de tragar integramos, admitimos: tragar es incorporar. Mientras tenemos algo en la boca podemos escupirlo. Una vez lo hemos tragado, el proceso es difícilmente reversible. Los trozos grandes son difíciles y hasta imposibles de tragar. A veces, en la vida uno tiene que tragar algo contra su voluntad, por ejemplo, un despido. Hay malas noticias que son difíciles de tragar.
  • Precisamente en estos casos, un poco de líquido puede facilitar la operación, especialmente si se trata de un buen trago. Del alcohólico se dice que traga mucho. Por lo general, el trago alcohólico sirve para facilitar o, incluso, sustituir otros tragos. Se traga alcohol porque en la vida hay otras cosas que uno no puede ni quiere tragar. Así, el alcohólico sustituye la comida por la bebida (beber mucho provoca pérdida del apetito), sustituye el trago duro y sólido por el suave y líquido, el trago de la botella.
  • Hay numerosos trastornos de la deglución, por ejemplo, el nudo en la garganta, o unas anginas, que producen la sensación de no poder tragar. En estos casos, el afectado debe preguntarse: ¿Qué hay actualmente en mi vida que yo no pueda o no quiera tragar?
  • Entre estos trastornos figura el de la «aerofagia», afección que impulsa a tragar aire. Huelgan más explicaciones para descubrir lo que ocurre en estos casos. Hay algo que uno no quiere tragar, no quiere asimilar, pero disimula tragando aire. Esta resistencia encubierta contra la deglución se manifiesta después con eructos y ventosidades
  • Náuseas y vómitos
    Una vez hemos tragado el alimento, éste puede resultar indigesto, como si tuviéramos una piedra en el estómago. Ahora bien, la piedra, al igual que el hueso de la fruta, es símbolo de problema. Todos sabemos cómo puede bloquearnos el estómago y quitarnos el apetito un problema.
  • El apetito depende en gran medida de la situación psíquica. Hay multitud de expresiones que señalan esta analogía entre los procesos psíquicos y somáticos:
    Eso me ha quitado el apetito, o: Sólo de pensarlo me da mareo. O también: Nada más verlo se me revuelve el estómago. Eso me ha quitado el apetito, o: Sólo de pensarlo me da mareo. O también: Nada más verlo se me revuelve el estómago.
  • El mareo señala rechazo de algo que, por lo tanto, se nos sienta en la boca del estómago. También comer desordenada y atropelladamente puede producir mareo.La náusea culmina en el vómito del alimento. El individuo se libra de las cosas e impresiones que rechaza, que no quiere asimilar. El vómito es una expresión categórica de defensa y repudio.
  • Vomitar es «no aceptar». Esta relación se expresa claramente en los vómitos del embarazo. Aquí se expresa el rechazo inconsciente de la criatura o del semen que la mujer no quiere «incorporar». Siguiendo el razonamiento, los vómitos del embarazo también pueden expresar un rechazo de la función femenina (la maternidad).
  • El estómago
    El lugar al que a continuación llega el alimento (no vomitado) es el estómago, cuya primera función es la de servir de recipiente. Él recibe todas las impresiones que vienen del exterior, lo que hay que digerir. La capacidad de recibir exige apertura, pasividad y capacidad de entrega. En virtud de estas propiedades, el estómago representa el polo femenino. Mientras que el principio masculino está caracterizado por la facultad de irradiar y por la actividad (elemento fuego), el principio femenino engloba la capacidad de aceptación, la abnegación, la sensibilidad y la facultad de recibir y guardar (elemento agua).
  • Lo que representa el elemento femenino en el terreno psíquico es la sensibilidad, el mundo de la percepción. Si un individuo reprime en la mente la capacidad de sentir, esta función pasa al cuerpo, y el estómago, además de los alimentos, tiene que admitir y digerir los sentimientos.
  • En este caso, no es que el amor pase por el estómago sino que sentimos un peso en el estómago que más tarde o más temprano se manifestará como adiposidad.
    Además de la facultad de recibir, en el estómago hallamos otra función, correspondiente ésta al polo masculino: producción de ácidos.
  • Los ácidos atacan, corroen, descomponen: son inequívocamente agresivos. Una persona que sufre un disgusto dirá: Estoy amargado. Si la persona no consigue vencer este furor conscientemente o transmutarlo en agresión y se traga el mal humor, o traga bilis, su agresividad y su amargura se somatizan en ácidos estomacales.
  • El estómago reacciona produciendo un ácido agresivo con el que pretende modificar y digerir unos sentimientos no materiales, empresa difícil y molesta que nos recuerda que no es conveniente tragarse el mal humor ni obligar al estómago a digerirlo. El ácido jugo gástrico aumenta porque quiere imponerse.
    Pero esto acarrea problemas al enfermo del estómago, que carece de la capacidad de enfrentarse conscientemente con su mal humor y su agresividad, para resolver de modo responsable conflictos y problemas.
  • El enfermo del estómago o no exterioriza su agresividad (se la traga) o demuestra una agresividad exagerada, pero ni un extremo ni el otro le ayudan a resolver el problema realmente, ya que carece de confianza y seguridad en sí mismo, sentimiento indispensable para que el individuo resuelva su problema, carencia a la que aludimos al tratar del tema Dientes–Encías.
  • El enfermo del estómago es una persona que rehuye conflictos. Inconscientemente, añora la plácida niñez. Su estómago pide papilla. Y el enfermo del estómago se alimenta de cosas que han sido tamizadas por el pasapurés y que, por lo tanto, han demostrado ser inofensivas. Puede haber grumos. Los problemas se han quedado en el tamiz.
  • El enfermo del estómago no tolera los alimentos crudos, por bastos, primitivos y peligrosos. Antes de que él se atreva con los alimentos, éstos tienen que ser sometidos al agresivo proceso de la cocción. El pan integral es indigesto, porque aún contiene muchos problemas. Todos los alimentos sabrosos, el alcohol, el café, la nicotina y los dulces representan un estímulo excesivo para el enfermo del estómago. La vida y la comida tienen que estar exentas de desafíos. El ácido gástrico produce una sensación de opresión que impide registrar nuevas impresiones.
  • La ingestión de medicamentos antiácidos suele provocar eructos, con el consiguiente alivio, ya que eructar es una manifestación agresiva hacia el exterior. Con esto uno ha hecho disminuir un poco la presión.
  • La terapia que suele aplicar la medicina académica (por ejemplo, «Valium») refleja la misma relación: el medicamento interrumpe químicamente la unión entre la mente y el sistema vegetativo
  • La actitud básica de proyectar los sentimientos y la agresividad no hacia fuera sino hacia dentro, contra uno mismo provoca finalmente la úlcera de estómago. La úlcera es una llaga que se forma en la pared del estómago. El enfermo de úlcera, en lugar de digerir las impresiones del exterior, digiere el propio estómago.El enfermo de estómago tiene que aprender a tomar conciencia de sus sentimientos, afrontar conscientemente los conflictos y digerir conscientemente las impresiones. Además, el paciente de úlcera debe admitir y reconocer sus deseos de dependencia infantil, de la protección materna y el afán de ser querido y mimado, incluso y precisamente cuando estos deseos estén bien disimulados tras una fachada de independencia, autoridad y aplomo. También aquí el estómago revela la verdad.

    TRASTORNOS ESTOMACALES Y DIGESTIVOS
    En trastornos estomacales y digestivos sería relevante hacerse las preguntas siguientes:
    1.¿Qué es lo que no puedo o no quiero tragar?
    2. ¿Me consumo interiormente?
    3. ¿Cómo llevo mis sentimientos?
    4. ¿Qué me amarga?
    5. ¿Cómo llevo mi agresividad?
    6. ¿En qué medida huyo de los conflictos?
    7. ¿Hay en mi una añoranza reprimida de un paraíso infantil sin conflictos en el que se me quería y mimaba sin que yo tuviera que abrirme paso a mordiscos?

    LAS TRIPAS:
  • Intestino delgado e intestino grueso
    En el intestino delgado se produce la digestión propiamente dicha, mediante división en componentes (análisis) y asimilación. Llama la atención el parecido existente entre el intestino delgado y el cerebro. Ambos tienen una misión similar: el cerebro digiere las impresiones en el plano mental y el intestino digiere las sustancias materiales. Las afecciones del intestino delgado suscitan la pregunta de si el individuo no estará analizando demasiado, ya que la función característica del intestino delgado es el análisis, la división, el detalle.
  • Las personas con afecciones del intestino delgado suelen tender a un exceso de análisis y crítica, de todo tienen algo que decir. El intestino delgado es también un buen indicador de las angustias vitales; en el intestino delgado el alimento es valorado y «aprovechado». En el fondo de la preocupación por la valoración está la angustia vital, angustia de no recibir lo suficiente y morir de hambre.
  • Más raramente, los problemas del intestino delgado pueden denotar también lo contrario: falta de capacidad de crítica. Éste es el caso de las llamadas [Fettstuhlen] de la insuficiencia pancreática.
  • Uno de los síntomas que con más frecuencia se dan en la zona del intestino delgado es la diarrea. Ése de miedo se lo hace en los pantalones. Tener caca significa tener miedo. En la diarrea tenemos la indicación de una problemática de angustia.
  • El que tiene miedo no se entretiene en estudiar analíticamente las impresiones sino que las suelta sin digerir. No hay más remedio. Uno se retira a un lugar tranquilo y solitario donde puede dejar que las cosas sigan su curso. Con ello se pierde mucho líquido, ese líquido símbolo de la flexibilidad que sería necesaria para ampliar la angustiosa frontera del Yo y con ello vencer el miedo. Ya hemos dicho que el miedo siempre está asociado con lo estrecho y con el afán de aferrarse.
  • La terapia del miedo consiste siempre en: soltarse y expandirse, adquirir flexibilidad, observar los acontecimientos: ¡dejarlo correr! El tratamiento de la diarrea suele limitarse a administrar al enfermo gran cantidad de líquidos. Con ello recibe simbólicamente esa fluidez que necesita para ampliar sus horizontes, en los que experimenta el miedo. La diarrea, ya sea crónica o aguda, nos indica siempre que tenemos miedo y que tratamos de aferrarnos y nos enseña a soltar y dejar correr.
  • En el intestino grueso, la digestión ya ha terminado. Aquí lo único que se hace es extraer el agua del resto de los alimentos indigestibles. La afección más generalizada que se produce en esta zona es el estreñimiento, modelo genuino de resistencia: retención-tensión y obstinación-deseo de venganza.
    Desde Groddeck, el psicoanálisis interpreta la defecación como un acto de dar y regalar. Para darnos cuenta de que simbólicamente la deposición tiene algo que ver con el dinero basta recordar una expresión común en Alemania de Geld–schieser (caga–dinero) y el cuento del asno de oro que, en lugar de estiércol, defecaba monedas de oro. Popularmente también se asocia el pisar deposiciones de perro con la perspectiva de recibir una suma de dinero. Estas indicaciones deben bastar para poner de manifiesto, sin recurrir a complicadas teorías, la relación simbólica existente entre excremento y dinero o entre defecar y dar.
  • Estreñimiento es expresión de la resistencia a dar, del afán de retener y está relacionado con la problemática de la avaricia. En nuestra época el estreñimiento es un síntoma muy extendido que padece la mayor parte de la gente.
  • Indica claramente un exagerado afán de aferrarse a lo material (avaricia) y la incapacidad de ceder.
    Pero al intestino grueso corresponde otro importante significado simbólico. Si el intestino delgado se relaciona con el pensamiento analítico consciente, el intestino grueso corresponde al inconsciente, en el sentido literal, al «submundo». El inconsciente es, desde el punto de vista mitológico, el reino de los muertos. El intestino grueso es también un reino de los muertos, ya que en él se encuentran las sustancias que no pueden ser convertidas en vida, es el lugar en el que puede producirse la fermentación. La fermentación es también un proceso de putrefacción y muerte. Si el intestino grueso simboliza el inconsciente, el lado nocturno del cuerpo, el excremento representa el contenido del inconsciente.
  • Y ahora reconocemos claramente el otro significado del estreñimiento: es el miedo a dejar salir a la luz el contenido del inconsciente. Es la tentativa de retener fondos reprimidos. Las impresiones espirituales se acumulan y uno no consigue distanciarse de ellas.
    El paciente estreñido, literalmente, no puede dejar nada tras sí.
  • El estreñimiento nos indica que tenemos dificultades para dar y soltar, que queremos retener tanto las cosas materiales como el contenido del inconsciente y no queremos que nada salga a la luz.
  • Se llama colitis ulcerosa a una inflamación del intestino grueso que se manifiesta en forma aguda y tiende a hacerse crónica y produce dolores y frecuentes deposiciones de mucosidades sanguinolentas.
    También aquí la voz popular demuestra sus grandes conocimientos psicosomáticos: en alemán se llama vulgarmente Schleimscheisser o Schleimer, es decir, «caga moco», al individuo hipócrita, obsequioso y adulador capaz de todo por congraciarse, incluso de sacrificar su personalidad, de renunciar a su vida propia a fin de vivir la vida de otro en una especie de unidad simbiótica.
  • La sangre y la mucosidad son sustancias vitales, símbolos de la vida. (Los mitos de numerosos pueblos primitivos cuentan que la vida surgió del lodo o mucílago.) Sangre y moco pierde el que teme asumir su propia vida y su propia personalidad. Vivir la propia vida, empero, exige distanciarse del otro, lo cual provoca cierta soledad (pérdida de la simbiosis). De esto tiene miedo el que padece colitis. De miedo suda sangre y agua por el intestino.
    Por el intestino (= el inconsciente) ofrece en sacrificio los símbolos de su propia vida: sangre y moco. Sólo puede ayudarle reconocer que cada cual ha de vivir su propia vida de forma responsable, porque, si no, la pierde.

    El páncreas
    El páncreas forma parte del aparato digestivo y tiene dos funciones principales: la exocrina, que consiste en la producción de los jugos gástricos esenciales, de carácter eminentemente agresivo, y la endocrina. Mediante la función endocrina, el páncreas produce la insulina. El déficit de producción de estas células da lugar a una afección muy frecuente: la diabetes (azúcar en la sangre).
  • . El diabético (por falta de insulina) no puede asimilar el azúcar contenido en los alimentos; el azúcar escapa de su cuerpo con la orina. Sólo sustituyendo la palabra azúcar por la palabra amor habremos expuesto con claridad el problema del diabético. Las cosas dulces no son sino sucedáneo de otras dulzuras. Detrás del deseo del diabético de saborear cosas dulces y su incapacidad para asimilar el azúcar y almacenarlo en las propias células está el afán no reconocido de la realización amorosa, unido a la incapacidad de aceptar el amor, de abrirse a él. El diabético —y esto es significativo— tiene que alimentarse de «sucedáneos»: sucedáneos para satisfacer unos deseos auténticos. La diabetes produce la hiperacidulación o avinagramiento de todo el cuerpo y puede provocar incluso un coma. Ya conocemos estos ácidos, símbolo de la agresividad.
  • Una y otra vez, nos encontramos con esta polaridad de amor y agresividad, de azúcar y ácido (en mitología: Venus y Marte). El cuerpo nos enseña: el que no ama se agria; o, formulado más claramente: el que no sabe disfrutar se hace insoportable.
    Sólo puede recibir amor el que es capaz de darlo: el diabético da amor sólo en forma de azúcar en la orina. El que no se deja impregnar no retiene el azúcar. El diabético quiere amor (cosas dulces), pero no se atreve a buscarlo activamente («¡A mí lo dulce no me conviene!»). Pero lo desea («¡Qué más quisiera, pero no puedo!»). No puede recibir, puesto que no aprendió a dar, y por lo tanto no retiene el amor en el cuerpo: no asimila el azúcar y tiene que expulsarlo. ¡Cualquiera no se amarga!



Enfermedades y sus causas probable




Cada problema físico que tenemos es debido a un modelo mental y o emocional que nos hemos creado .
En esta lista aparecen varias enfermedades y sus causas probables. Espero que sirva como una ayuda para avanzar.
Parte de la información está sacada del libro de Louise Hay "Usted puede sanar su vida"


Acné Desaprobación y no aceptación de si mismo.
Acidez Miedo paralizante.
Adicciones Huida de uno mismo. Miedo. No sabe amarse.
Alergias Negación del propio poder.
Alzheimer Deseo de abandonar el planeta. Incapacidad de enfrentar la vida.
Amigdalitis Miedo. Emociones reprimidas. Creatividad sofocada.
Amnesia Miedo. Huida de la vida, incapacidad de autodefenderse.
Ampollas Resistencia, falta de protección emocional.
Anemia Carencia de alegría. Miedo. Crée no ser suficientemente bueno.
Angina Creencia intensa que no se es capaz de hacerse valer ni de pedir.
Anorexia Negación de vida. Rechazo y odio de uno mismo. Mucho miedo.
Apendicitis Miedo a la vida. Bloqueo del fluír.
Apetito exceso Miedo. Necesidad de protección. Juzgar las emociones
Apetito defecto Miedo. Protección de si mismo. Falta de confianza en la vida.
Arrugas Pensamientos depresivos. Resentimiento con la vida.
Arteriosclerosi Resistencia, tensión, rigidez mental. Negativa a ver lo bueno.
Articulaciones Cambios en la orientación de la vida.
Artritis Sensación de no ser amado. Críticas a si mismo y a los demás, resentimientos.
Artritis dedos Deseo de castigar. Culpa. Se siente víctima
Asfixia Miedo. Atascado en la infancia. Desconfianza en la vida.
Asma Sensación de no tener derecho a respirar por su cuenta. Llanto suprimido. Creencia de que no es valioso y que se lo merece.
Asma en bebes Miedo a la vida. No quiere estar aquí.
Boca, llagas Palabras retenidas. Culpa
Boca Opiniones rígidas. Incapacidad de aceptar nuevas ideas.
Bronquitis Dificultades en la familia. Discusiones, gritos
Cabeza, dolor Autocrítica, que se invalida uno mismo. Miedo.
Cadera Miedo de tomar decisiones importantes. Miedo hacia donde avanza
Calambres Tensión, miedo, aferrarse, sujetar.
Cálculo biliar Amargura, pensamientos crueles, condenación, orgullo.
Calvicie Miedo, tensión, intento de controlarlo todo.
Canas Estrés, tensión nerviosa, esfuerzo excesivo.
Cáncer Herida profunda. Resentimiento. Autocrítica. No se quiere. Sensación de que la vida decepciona una y otra vez, que no va a cambiar.
Cándida Sentimiento de estar muy dispersa. Frustación y cólera. Desconfianza.
Cataratas Incapaz de ver el futuro con alegría. Futuro sombrío.
Celulitis Atascado en sufrimientos de la niñez. Miedo a escoger su dirección.
Cerebro, tumor Obstinación. Negativa a cambiar antiguos modelos mentales.
Ciática Miedo del dinero y del futuro. Hipocresía.
Colesterol Obstrucción de los canales de júbilo. Miedo de aceptar la alegría.
Cólicos Irritación mental, Impaciencia.
Colitis Padres demasiado exigentes. Miedo a la opresión y a la derrota. Gran necesidad de afecto.
Conjuntivitis Enojo y frustación con lo que uno ve en la vida.
Corazón Representa el centro del amor y la seguridad
Corazón problemas Problemas emocionales antiguos. Falta de alegría. Endurecimiento del corazón. tensión, estrés.
Corazón, ataque Sacar toda la alegría y el júbilo de su corazón ya sea por algún problema dinero, posición, etc..
Cuello Representa la flexibilidad. capacidad de ver lo que hay detrás.
Cuello, problem Negativa a ver otros aspectos. Terquedad. Inflexibilidad.
Cuello, rigidez Obstinación, Inflexible.
Desmayos Miedo que no se puede enfrentar. Pérdida de conciencia.
Diabetes Nostalgia de lo que pudo haber sido. Gran necesidad de controlar. Tristeza profunda. Ni resto de dulzura.
Diarrea Miedo, rechazo, huída.
Dientes, problemas Indecisión antigua. Incapacidad de descomponer las ideas para analizarlas y decidir.
Dolor continuo Nostalgia de amor y de ser abrazado.
Dolores muchos Culpa, la culpa siempre busca castigo.
Edema No querer desprenderse de algo o alguien.
Encías sangran Falta de alegría en la decisiones que se toman.
Enferm. crónica Negativa a cambiar. Miedo al futuro. Inseguridad.
Enuresis Miedo a uno de los progenitores, especialmente al padre.
Epilepsia Sentimiento de persecución y de enfrentamientos intensos. Rechazo de la vida. Violencia autoimpuesta.
Erupciones Irritación por demoras. Manera de llamar la atención.
Escalofríos Contracción mental, alejado y retraído. Deseo de que le dejen en paz.
Espalda Representa el apoyo de la vida
- parte alta Falta de apoyo emocional. sensación de no ser querido. Retención de amor.
- parte media Culpa, atascado en el pasado, se ve como una carga.
- parte baja Miedo a quedarse sin dinero
Espinillas Alguien que se siente sucio y no querido.
Esterilidad Miedo y resistencia ante el proceso de la vida
Estómago Contiene el alimento. digiere las ideas.
Estomago probl Miedo. Incapacidad de asimilar lo nuevo.
Estrenimiento Negación a renunciar a viejas ideas. Atasco en el pasado.
Fatiga Resistencia, aburrimiento, falta de amor a lo que se hace.
Fibroides y quistes Alguien que cultiva resentimientos hacia su pareja.
Flebitis Cólera y frustración. Culpa a otros por la falta de alegría y limitaciones en su vida.
Fluídos, retener Miedo a perder algo.
Garganta Canal de expresión y creatividad.
-Nudo en la Miedo. Falta de confianza en la vida.
-Problemas de Incapacidad de hacerse valer. Que se traga su cólera. Negativa a cambiar.
Gases Ideas sin digerir.
Gastritis Incertidumbre prolongada. Sentimiento fatalista.
Genitales Representan lo masculino y lo femenino.
-problemas de Preocupación por no servir.
Gordura Deseo de protección. Hipersensibilidad.
Goteo nasal Llanto interior. Victima.
Gripe Reacción a creencias negativas en masa. Miedo. Fé en la estadística.
Hemorroides Miedo a plazos establecidos. Cólera con el pasado. Miedo a aflojarse.
Hepatitis Resistencia al cambio. Miedo, cólera, odio.
Hernia Ruptura de relaciones. Tensión, carga.
Hernia discal Sensación de no recibir ningún apoyo de la vida. Indecisión.
Herpes Necesidad de castigo. Verguenza pública. Rechazo de los genitales.
Higado Asiento de la cólera y de las emociones antiguas.
-Problemas de Se autoengaña y se siente mal.
Hipertiroidismo Intenta complacer a los demás y nunca a el mismo.
Hombros Lleva las cargas de la vida
Impotencia Presión sexual. Tensión, culpa. Rencor a una pareja anterior. Miedo a la madre.
Indigestión Miedo visceral, terror, angustia.
Infección Irritación, cólera, fastidio.
Infección urinaria Se siente irritado, que culpa a los demás.
Inflamación Miedo. Que se sale de sus casillas.
Insomnio Miedo. Falta de confianza en el proceso de la vida. Culpa.
Laringitis Se siente tan furioso que no puede hablar. Miedo a hacerse valer.
Leucemia Convención de que todo es inutil.
Linfa, problem Hay que volver a centrarse en lo esencial: amor y júbilo.
Mal aliento Ideas de cólera y venganza. Experiencias que las respaldan.
Mandíbula Cólera, resentimiento, deseo de venganza.
Manos Sostienen y manejan. Aferran y aflojan. Formas de enfrentar experiencias.
Mareo (viaje) Miedo, sobre todo a la muerte falta de control.
Meningitis Gran discordia familiar. Torbellino interior. Falta de apoyo.
Menstruales Rechazo de la feminidad. Culpa, miedo.
Migrañas Disgusto por dejarse llevar. Resistencia al fluir de la vida.
Miopia Miedo al futuro. Desconfianza de lo que vendrá.
Muñeca Representa el movimiento y la soltura.
Nariz Representa el reconocimiento de uno mismo.
Nausea Miedo. Rechazo a una idea o experiencia.
Nervios Representan la información. Son receptores informativos.
Nerviosa crisis Bloqueo de los canales de comunicación.
Neumonia Desesperación. Cansado de la vida. Heridas emocionales no quiere curar.
Nódulos Resentimiento y frustración.
Oídos, dolor Que no quiere oír. Discusiones ede los padres. Demasiado alboroto.
Ojos Representan ver claramente pasado, presente y futuro.
Pancreas Representa la dulzura de la vida.
Parálisis Temor, terror. Huida.
Parkinson Miedo intenso. Deseo de controlarlo todo y a todos.
Pechos Representan la maternidad y la ternura.
-bultos, quistes Sobreprotección, exageración de la actitud maternal.
Piel Protege nuestra individualidad. Organo sensorial.
- problemas de Angustia, miedo. Se siente amenazado.
Piernas Nos llevan adelante en la vida.
Pituitaria Representa el centro de control.
Polio Celos paralizantes, deseo de detener a alguien.
Presión sangre Alta: Problema emocional antiguo no resuelto.
Presión sangre Baja: Falta de amor en la infancia. Derrotismo. Cree que nada sirve.
Próstata Miedos mentales, renuncia, presión y culpa. Siente estar envejeciendo.
Psoriasis Miedo de ser herido. Negación a aceptar los sentimientos propios.
Pulmón Representa la capacidad de inspirar la vida.
Quemaduras Cólera, alguien que arde de furia.
Quistes No olvida los recuerdos dolorosos. Se pasa la película una y otra vez.
Raquitismo Desnutrición emocional. Falta de amor y seguridad.
Resfriado Confusión y desorden mental.
Respiración mal Miedo o negativa a aceptar plenamente la vida. Se cree sin derecho a existir.
Reumatismo Se siente víctima. Amargura crónica. Falta de amor. Resentimiento.
Rigidez Pensamiento rígido.
Riñon, mal Críticas, decepción, fracaso. Verguenza. Reacciona como un niño.
Rodilla, mal Orgullo y obstinación. Incapacidad a inclinarse. Miedo, inflexibilidad
Ronquidos Negativa obstinada a abandonar viejos modelos mentales.
Sandre Representa la alegría que fluye por el cuerpo.
Senilidad Regreso a la infancia. Exigencia de cuidado y atención. Escapismo.
SIDA Negación de si mismo. Culpa sexual. Fuerte creencia de no servir.
Sindrome premenstrual Deja reinar la confusión y se deja a las influencias externas. Rechazo de los procesos femeninos.
Sordera Rechazo, aislamiento, obstinación.
Tartamudez Inseguridad. Falta de autoexpresión, no se permite llorar.
Tiroides Humillación. Siente que nunca puede hacer lo que quiere.
Tobillo Representa la movilidad y dirección.
Torceduras Cólera y resistencia. No querer moverse en cierta dirección.
Trombosis coronaria Sentimiento de soledad y miedo. De no servir, creer que nunca lo logrará.
Tuberculosis Alguien carcomido por egoísmo, posesivo, venganza. sentimientos crueles.
Tumores Nutre viejas heridas y genera remordimiento.
Ulcera Miedo. Creencia de no servir.
Urticaria Pequeños miedos ocultos. Granos de arena que se convierten en montañas.
Uñas, morder Frustración, se come a si mismo. Resentimiento con uno de los padres.
Vaginitis Enfado con la pareja. Culpa sexual. Castigo a si misma.
Vegetaciones Discusiones familiares. niño que se siente un estorbo.
Vejiga, mal de Angustia, aferrarse a viejas ideas. Miedo de aflojarse. Se siente irritado.
Venas varicosas Está en una situación que le disgusta. Desánimo. Sensación de exceso de responsabilidad y de trabajo.
Verrugas Pequeñas expresiones de odio. Convicción de fealdad.
Vértigo Fuga de pensamientos, dispersión. Negativa a mirar.
Articulo de Loreto Alonso-Alegre Arana.

I Nivel de Reiki Usui por Ivana Noche Autoexistente (Tambores Chamánicos Masayacu® // Mujer Ancestral®)

Reiki: Energía que sana y armoniza ​ NO NECESITAS TENER NINGUN TALLER O CONOCIMIENTO PREVIO PARA INICIARTE EN REIKI, SOLO LAS GANAS...