EL PROPÓSITO ESPIRITUAL DE LA MENOPAUSIA: SOLTANDO LASTRE por ROSLYNE SOPHIA BREILLART


Durante las primeras etapas de la menopausia, algunas mujeres experimentan un período de duelo que parece interminable. Este duelo es una faceta de un poderoso proceso emocional de muerte y renacimiento. ¿Y por qué la mujer debe pasar por un duelo durante esta fase de su vida?
Experimenta un duelo porque muere psicológicamente y llora una pérdida porque suelta el dolor del mundo a través de su útero.
Si renuncia a identificarse con su fertilidad, con ser madre, amante, esposa, secretaria, artista, recepcionista, mujer menstruante, conectará cada vez más profundamente con el misterio intemporal de su propia fuente interna.
La mujer es un insondable océano de amor, un eterno manantial de devoción hacia la fuente de su Diosa interior. En el fondo de su corazón desea de forma natural vivir en consonancia con este lugar de amor devoto. Pero demasiado a menudo se ve obligada a abandonar su santuario infinito de oscuridad lunar femenina para entrar en la deslumbradora claridad solar del externo sueño mundano masculino.
Su realidad reside en la receptividad interna esencialmente yin. No es la de la existencia, de los relojes, del tiempo y de las estructuras lineales; sino que su realidad es innatamente cíclica, ovular, circular, espiral. Cuando la mujer está demasiado ligada al mundo exterior de las creencias irreales en torno a la menopausia, no puede abrazar conscientemente el gozo y la libertad que hallaría si, en aquel momento, entrase profundamente en su cuerpo.


Aunque el período menopáusico significa un final, también ofrece la expansiva libertad de los nuevos comienzos. Si la mujer se cree la tergiversación de la sociedad moderna según la cual la menopausia es el fin de su vida como mujer real, sufrirá.
Por eso pasa por un proceso de duelo. Sufre porque el mundo moderno no honra su poder gentil y misterioso, sufre porque sabe, desde el fondo de su corazón, que ser mujer es mucho más que la superficialidad de la sociedad contemporánea.
Durante la transición menopáusica, su universo interno de oscuridad la atrae suavemente, gentilmente, profundamente y a menudo tumultuosamente hacia si.
En la mitología antigua, la mujer era la seductora sirena del mar que cantaba dulcemente a los náufragos para seducirlos y llevárselos hacia las oscuras cavernas de sus profundidades oceánicas. Nuestra civilización actual, la civilización que ignora el poder emergente de las mujeres menopáusicas, no puede captar su profundidad, porque prospera en las aguas superficiales de la irrealidad.
Cuando el dolor del amor insatisfecho entra en su útero, sucede a menudo que la mujer suprime el dulce perfume de su esencia, para poder enfrentarse al mundo exterior. Puesto que eso requiere una fuerza ajena a su ritmo cíclico femenino, crea un caparazón duro y, al mismo tiempo frágil, que esconde su vulnerabilidad y gentil fuerza.
Durante el viaje de la menopausia, la mujer se desprende de muchos dolores reprimidos, de forma que su sabiduría amorosa puede resplandecer a lo largo de esta fase de la vida que le concede la capacidad de realizar tantas cosas. Mientras, durante esta purificación única, la sabia y amorosa conciencia interna de su útero busca la liberación, la mujer a menudo derramará lágrimas de dolor y pena por la pérdida de todo lo que nunca más podrá ser.


Desde que empezó a menstruar, su profunda relación con el cuerpo ha cabalgado de forma innata y fluida con el ritmo cíclico de las fases de las mareas, las estaciones y la luna.
Como su amada madre tierra, la mujer experimenta eternamente un ciclo infinito de nacimiento, muerte y renovación. Cada mes es nutrida y colmada por la sabiduría de su ciclo menstrual, y cada mes potencialmente profundiza más en el misterio de su ser.
Lágrimas de amor, de nostalgia y de remordimiento a menudo afloran desde una pena profunda que ha formado parte del espíritu femenino durante siglos. Si se trata de una madre que ha puesto todo el amor en sus hijos, puede que ahora deba enfrentarse a la realidad de un nido y un corazón vacíos, ahora que sus niños han crecido de golpe, han desplegado sus alas y han volado.
Ahora bien, en el interior de su vacuidad tiene, esperándola, el tesoro. En el silencio y la calma tiene, esperándola, el poder. En el desahogo de su duelo tiene, esperándola, el gozo y la luz radiante.
¿Por qué se lamenta, pues, la mujer? Se lamenta porque esta pérdida inexplicable parece casi insoportable. Aún no sabe que las bendiciones que recibirá serán abundantísimas, porque antes debe experimentar el vacío. Se lamenta porque no ha sido reconocida, comprendida ni amada. Y cuando la preciosa copa, el cáliz sagrado de su útero, se haya vaciado del duelo, empezará a prepararse para una vida de sabiduría y de paz llena de gracia. Empezará a llenar su copa con la riqueza abundante de nuevas bendiciones.
Si se trata de una mujer que no ha sentido nunca la madurez de su útero a punto de dar a luz, que no ha sentido fluir dulce leche de sus pechos, que no ha sostenido sus criaturas dulcemente cerca del corazón y las ha nutrido hasta la madurez, quizás ahora lamenta que, irrevocablemente, nunca será madre. Nada puede parar este lamento, porque ahora es el momento en que debe desbordarse y debe desbordarse hasta que haya disuelto todo lo que inhibe el nacimiento de su sabiduría, su poder y su libertad.
¿Por qué, querida mujer, sufres tanto? En realidad no has perdido nada, porque no tienes nada que perder. Sin embargo, ahora debes sufrir, porque es una parte necesaria de la sabiduría que ha de nacer de ti.
Sufres porque estás soltando todo lo que en ti es irreal.
Sufres porque estás soltando todos los apegos a los roles externos y a los éxitos que has tenido.
Sufres porque ya no sabes quien eres.
Sufres por todas tus amadas hermanas, el amoroso poder de las cuales ha sido reprimido e ignorado durante siglos.
Sufres porque eres una mujer que vive en un mundo dominado por los machos.
Sufres porque anhelas que a las profundidades de tu útero llegue, tiernamente, y apasionadamente, un hombre que está demasiado ocupado pensando, haciendo y viajando a otros planetas para parar un momento y amarte a ti y a tu venerada madre tierra.


El proceso de duelo de la mujer durante la menopausia es una purificación que limpia el lastre del pasado que hay en su corazón, cuerpo, espíritu y mente. Las aguas purificadoras de sus lágrimas la obsequian con un sentido profundo de gozo, fuerza y libertad. Su nueva vida no puede emerger plenamente hasta que suelte conscientemente todo aquello que no pueda acarrear en su viaje de poder y sabiduría.
La mujer sufre un duelo porque ha acumulado capas de pensamientos, emociones y creencias que no corresponden a lo que ella es verdaderamente.
El duelo consiste en desprenderse de aquello que no es real en su cuerpo, en su corazón y en su psique. El duelo es la puerta de entrada de la sabiduría, el poder y la libertad.


2008 Roslyne Sophia Breillart

SEMBRAR TU LUNA PARA SANAR EL LINAJE FEMENINO

Sembrar la luna es sanar a tu madre, tu abuela y las viejas heridas familiares, para abrir un camino de amor a las generaciones que vendrán después de ti.
Sembrar la luna es la oportunidad de renovar tu mundo interno, liberándote de lo que ya no te sirve para llenarte de las bendiciones que la madre tierra tiene para ti, si tu lo permites y lo pides.
Sembrar la luna es sanar la tierra por que al sanarte a ti misma resuenas en armonía con lo que te rodea.

La menstruación hace parte de los ritmos fisiológicos de la vida, al menstruar la energía de vida contenida en el vientre se manifiesta. Cuando la mujer se encuentra en Tiempo de Luna está conectada con el misterio de lo femenino y con la Madre Tierra.

Menstruar es la expresión sagrada de nuestra conexión con la Tierra, con la vida. Es un acto de entrega energética de la más alta vibración. Sale del cuerpo para glorificar la vida y sanar.

El útero  guarda en su interior memorias de vida y de dolor. Guarda, renueva y libera con cada ciclo. Nuestras creencias, sentimientos y pensamientos habitan en esa cueva interna.

El vientre con el pulsar uterino se conecta con el pulsar del corazón en nuestro pecho; juntos e integrados generan en el Cinturón Pélvico recuperación de las memorias y así la alquimia del amor creativo es.

En cada una está el poder de sanar y recuperar nuestro poder y su hacer y el de sanar nuestro linaje.
El ofrendar nuestra sangre es un ritual de consciencia espiritual, por lo que antes de poder llevar acabo tu propio ritual es preciso deshacernos de tabúes arraigados, de ascos e ideas negativas hacia nuestro cuerpo y nuestra sangre que sólo bloquean la salida de la Diosa y la aceptación natural hacia nuestro hermoso cuerpo de mujer.

Nuestra sangre menstrual está llena de hierro que nutre la madre tierra y nosotras en sí estamos conectadas con ella. Sembrar nuestra luna es echar raíces, sanar nuestro linaje mitocondrial, es decir las energías de nuestra madre, nuestra abuela y nuestra bisabuela que llevamos dentro.alt

En vez de tirar tu sangre cada mes puedes optar por reciclarla y ofrécela a la tierra. Si es que usas toallas de algodón, déjalas remojar en un recipiente con agua y usa el agua para regar tus plantas. Si usas la copa de luna, vacía tu sangre dentro de un vaso cada vez que la retires y añádele un poco más de agua.

Tú ritual es propio de ti, así que usa todos los simbolismos que quieras: la foto de una Diosa, flores, incienso, cristales, música, etc. Crea tu propio altar y tu propio ritual. Si es que vives en la ciudad y no tienes jardín puedes ofrecer tu sangre a tus plantas, sin embargo si vives en un espacio amplio con jardín o en el campo, cerca de un bosque ofrece tu sangre ahí, en medio de la naturaleza.

Recuerda que tu intuición es tu mejor aliada y sólo tú sabes lo que quieres liberar y lo que deseas crear en tu vida. Así que no hay reglas que seguir ni un texto que leer. Di lo que creas pertinente a la hora de ofrendar tu sangre solo no te olvides de agradecer tener la oportunidad de renacer, la conexión que tu sangre te da con el mundo exterior y sobre todo agradece el poder que llevas dentro por el simple hecho de ser mujer.
Sembrar nuestra Sangre Menstrual es sanarnos y sanar la relación con nuestro linaje femenino, reconciliarnos con nuestra madre, abuelas, nuestras ancestras y las de todas las mujeres de la humanidad... Es sanarnos para limpiar el camino de nuestras hijas, nietas y futuras generaciones, de tabúes e ideas negativas en torno a nuestra Sangre.

LUNA ROJA
Yo lo vengo realizando hace un par de años y me sana, me conecta con la pachamama... perdí totalmente esa sensación de suciedad que nos han inculcado y mis hijos e hijas me ven hacerlo cada mes... Realmente siento poder cuando lo hago y me gusta saber que la Madre tierra posee información sobre mi y mi linaje y que ella se encarga.

Os animo a empezar con él y a observar los cambios que se van produciendo en ti.

Este ritual lo vienen realizando mujeres de hace muchosss añosss.... nuestras ancestras entregaban su sangre a la tierra en señal de ofrenda y conexión y reconocimiento de nuestro linaje, agradeciendo y honrando este precioso momento que es un prodigio de la biología humana, es decir nuestro sa(n)grado menstrual....

LA TIERRA NECESITA DE SANGRE DE VIDA... ya no más sangre de guerra y muerte... La madre tierra lee esta información... lee todito lo que nuestra sangre tiene, tu pena, tu dolor, tu angustia, tu alegría tu agradecimiento, tus recitos, todo... es un canal directo a las alturas y a las profundidades del corazón del planeta tierra... sin pudor, sin temor... este ritual es parte de la sanación planetaria, siendo cada una, mujer medicina, siendo cada una UNA CHAMANA.



Ritual Sembrando la luna:
Lo primero que debes hacer antes de iniciar tu ritual es con mucha conciencia cambiar cualquier sensación de asco, repulsión o suciedad, por tranquilidad, paz, armonía y amor a ti misma y lo que viene de ti.

Luego debes recoger tu luna

Puedes hacerlo de varias formas, ya sea utilizando algodón como toalla, la copa luna, o toallitas ecológicas. Luego pones en un poco de agua tu compresa durante unos minutos hasta que la luna sea liberada. Después la escurres y viertes el contenido en un recipiente.

El altar de la luna

Este es tu espacio sagrado, que tu creas o recreas. Si vives en el campo puedes escoger un árbol, plantar un jardín de hierbas aromáticas, un jardín de medicinales o un jardín de flores. También puedes plantar un jardín mixto. Si lo deseas puedes adornar este espacio con símbolos significativos para ti y que representen la fuerza femenina.
En caso de que vivas en un departamento puedes crear un pequeño jardín con plantas de tu preferencia.

El ritual:

Este es un ritual sencillo con el cual haces un llamado a tu intuición y sabiduría interna. Entonces tomas el recipiente donde depositaste tu luna y empiezas a hacer tu oración (Esta es una oración para hablar acerca de lo que quieres sanar y las bendiciones que recibirás, también es una oración de agradecimiento). Luego riegas tus plantas con tu luna.

En caso de que estés fuera de casa o de viaje, no dejes de sembrar tu luna, hazlo en cualquier planta, pero ¡hazlo!. O si lo prefieres guarda tus compresas en una bolsa plástica hasta llegar a tu casa.

NO VUELVAS A ECHAR TU LUNA A LA BASURA ahora sabes lo poderosa que es para ti, para la tierra y la vida.

Nuestras madres y el linaje femenino

MADRES E HIJAS, EL VÍNCULO QUE SANA, EL VÍNCULO QUE DAÑA…

Nuestra madre es nuestro primer modelo femenino y es además el más poderoso.
Aprendemos de nuestras madres qué significa ser mujer, a conocer nuestros cuerpos y a cuidar de ellos. Los mensajes que recibimos de ella sobre nuestro cuerpo, ya sean positivos o negativos, nos definen y afectan nuestra salud a futuro. Sólo cuando comprendemos el verdadero impacto del efecto que la relación con nuestras madres tiene en nosotras podemos comenzar a sanar y cambiar nuestro camino.
No existe otra experiencia de nuestra infancia más importante que la relación con nuestras madres. Cada una de nosotras absorbemos e integramos en nuestro ser las sensaciones maternas con respecto al ser mujer, al conocimiento de su cuerpo y sus procesos femeninos, a como cuida su salud y a lo qué cree que es posible lograr en su vida. Luego pasamos esta información consciente o inconscientemente a la siguiente generación de mujeres. Cada hija contiene a su madre y a todas las mujeres que existieron antes
LA MEJOR HERENCIA DE UNA MADRE HACIA SU HIJA ES HABERSE SANADO COMO MUJER

I Nivel de Reiki Usui por Ivana Noche Autoexistente (Tambores Chamánicos Masayacu® // Mujer Ancestral®)

Reiki: Energía que sana y armoniza ​ NO NECESITAS TENER NINGUN TALLER O CONOCIMIENTO PREVIO PARA INICIARTE EN REIKI, SOLO LAS GANAS...